El Cosmetiquero
Benefit Cosmetics: la historia de las gemelas que cambiaron la forma de maquillarse
Descubre cómo Benefit Cosmetics pasó de una pequeña boutique en San Francisco a una de las marcas más divertidas y queridas del maquillaje.
A fines de los años 70, cuando el maquillaje seguía reglas rígidas y los estantes se llenaban de tonos serios, dos hermanas decidieron cambiar las reglas. Jean y Jane Ford, gemelas idénticas con espíritu artístico y sentido del humor desbordante, soñaban con un espacio donde la belleza fuera divertida, imperfecta y libre de juicios. Así nació The Face Place, una pequeña boutique en San Francisco que pronto se convirtió en refugio para mujeres reales.
Benefit y su primera clienta: una bailarina
El primer encargo fue casi una casualidad: una bailarina exótica pidió algo para resaltar su color sobre el escenario. Las Ford improvisaron una mezcla líquida en un frasco de esmalte y la historia comenzó. Ese tinte, conocido hoy como Benetint, se transformó en un fenómeno mundial y en el corazón de lo que luego sería Benefit Cosmetics.
Durante los años 80 y 90, la marca creció con un sello propio: empaques vintage, nombres ingeniosos y un marketing sin solemnidad. En plena era del minimalismo, Benefit celebraba el exceso, las cejas marcadas y el rubor rosado. En 1999, el grupo LVMH compró la marca y la llevó a vitrinas de todo el mundo, manteniendo su esencia juguetona y feminista avant-garde.
Benefit Cosmetics en la actualidad
En la actualidad, Benefit Cosmetics es sinónimo de productos icónicos. Su Porefessional Primer es un clásico en rutinas de piel suave, Hoola Bronzer sigue siendo uno de los más vendidos globalmente, y They’re Real! Mascara es amada por su efecto de pestañas infinitas.
Por otro lado, recientemente la marca lanzó dos nuevos tonos de su icónico Benetint: Dark Cherry y Raspberry, los que se unen a la también novedosa Porefessional Foundation, una de las bases de maquillaje más esperadas de las fans de la firma de San Francisco.
Cada creación mantiene viva la idea original de las Ford: la belleza puede ser efectiva, sí, pero también alegre y con un guiño de humor.
Porque el mejor cosmético es la risa.