Skincare
Karité de The Body Shop: tu ritual de cuidado para el invierno
La línea Karité de The Body Shop hidrata hasta por 96 h, con ingredientes naturales, envases reciclables y producción ética.
Cuando bajan las temperaturas, el cuerpo pide mantita, té caliente y… ¡hidratación intensiva! Porque sí, en invierno la piel se resiente más rápido. El aire seco, el viento helado y el uso constante de calefacción hacen que necesite un extra de cuidado. Y ahí es donde aparece una joyita natural que no falla: la manteca de karité.
Karité: el secreto de hidratación profunda que también cambia vidas
La manteca de karité es mucho más que una moda en el mundo del skincare. Es un ingrediente milenario, rico en ácidos grasos y vitaminas, que ayuda a nutrir, reparar y proteger la piel desde las capas más profundas. Pero lo que lo hace realmente especial es su historia.
The Body Shop lo sabe. Desde hace más de 30 años, trabaja con la Asociación de Mujeres de Tungteiya, en Ghana, para obtener este ingrediente de forma artesanal, respetando las tradiciones y apoyando a más de 640 mujeres que elaboran la manteca en un proceso de 18 pasos. Gracias a esta colaboración, se han construido escuelas, centros de salud y pozos de agua que han beneficiado a más de 49.000 personas.
Un ritual de pies a cabeza con la línea Karité de The Body Shop
Esta línea no solo hidrata: te envuelve en una experiencia sensorial con texturas cremosas, aromas cálidos y envases reciclables. Ideal para reconectar contigo en esos días fríos en que solo quieres mimarte.
Algunos imperdibles:
- Manteca corporal Karité: entrega hasta 96 horas de hidratación y deja la piel suave, sin sensación grasa.
- Shampoo en barra: sin sulfatos y con fórmula nutritiva, ideal para cabello seco o dañado.
- Mascarilla capilar reparadora: regenera desde la raíz y reduce visiblemente las puntas abiertas.
- Manteca multiusos: perfecta para labios, codos, manos o puntas del pelo.
- Crema de manos: rápida absorción y protección total contra el frío.
Este invierno, tu rutina de skincare puede ser más que solo belleza. Con karité, cuidas tu piel y apoyas un modelo de comercio justo que transforma comunidades.
¿Hay algo más poderoso que eso?